Recuerdo que desde muy pequeña nunca fui igual que mis hermanos, vivíamos en casa de mis abuelos maternos, mi abuela siempre me decía que me levantaba de madrugada a jugar, que era pájaro nocturno.
Ella siempre decía que nací en una Era equivocada, conversábamos de noche, me gustaba que me contara historias, y yo le comentaba de mis sueños, se los describía de tal forma que me abría sus enormes ojos grises de un color muy hermoso por cierto que no he visto nunca en nadie más un gris perlado, y me decía niña tu naciste al revés del mundo, en una Era que no es la tuya. A veces me detenía frente al gran ropero de dos puertas de su habitación que contenía unos espejos enormes y me quedaba mirando en ellos en la oscuridad de la noche cuando ella me sentía prendía la luz de la mesita de noche y me decía ¿qué haces?, ¿con quién conversas?, y yo respondía estoy ahí conmigo hablando en mi idioma estoy ahí de grande, ella volvía abrir sus hermosos ojos y solo veía mi reflejo de niña pequeña. Me miraba de nuevo y me decía ya a la cama que es muy tarde y mañana no te levantas con nada.
Pero gracias a esas levantadas de madrugada comprendí que era distinta a mis hermanos, cuando tenia visiones de algunos acontecimientos de familia me quedaba callada por no asustar al resto, pero podía ver situaciones que nadie más veía.
Mi amor por la naturaleza fue inculcada por uno de mis tíos maternos, el ama la naturaleza y con él aprendí a amarla de la misma forma, gracias a la sabiduría Zen he aprendido a respetar a todo ser vivo, y a que cada uno de ellos, que tienen su misión en la vida por bien o por mal.
Y gracias a mi religión WICCANA he aprendido agradecer a los dioses lo que nos dan durante el día y el trascurso de la noche, agradecer al padre Sol que siempre sale e ilumina nuestro camino, agradecer a la madre Luna por iluminar nuestro descanso y velar por nuestros sueños, agradecer a nuestra madre Tierra por darnos el alimento a diario que sale de ella, a los elementos y elementales, las gracias que nos entregan para subsistir, sin ellos no seriamos nada ni nadie.
Hermosos recuerdos que tengo y agradecida a los dioses y a mis padres por ser quien soy y lo que soy, ya que siempre me han dejado ser.
Puedo abrazar a mi madre y decirle que la amo con todas mis fuerzas y aún acurrucarme en sus brazos y recibir su cariño e inmenso amor, también puedo hacer lo mismo con mi padre, cosa que no muchos pueden, regalonear con ellos, reírnos y estar contentos y felices. Agradecer a mi hermana que es parte de mi y tan especial como yo, agradecer su compañía, sus conversaciones a diario, y el poder decirle que es una magnifica persona y ser humano, una artista en su música y mi mejor amiga. Agradecer a mi hermano que es un hombre de bien, profesional y que me salvo de morir, decirle que lo respeto y lo amo muchísimo y es el mejor hermano que pude haber deseado.
Mi madre adora sus plantas y sus animales, me da gusto verla como riega sus plantas y las cuida y conversa con ellas, siempre he dicho y aún sostengo que estoy agradecida a los dioses por la hermosa familia que tengo.
Hasta pronto…
Idril Elanessë